Ningún Beso Para Mama. Autor: Tomy
Ungerer. Ilustrador: Mathieu Sapin. Editorial:
Libros del Zorro Rojo. Óscar Gatomaula no es lo que se dice un niño modelo. Detesta lavarse, llevar la ropa limpia y planchada, hacer los deberes y, por encima de todo, los mimos asfixiantes de una madre que sigue tratándolo como si fuera un bebé. A Óscar lo que le gusta que de verdad es leer cómics a escondidas, alborotar la clase de la señorita Ronroncilla con polvos picapica, jugar a fútbol con sus amigos y liarse a tortazos con ellos a la mínima. ¿Cómo mantener este papel de niño rebelde y curtido cuando en casa quieren que parezcas un gatito de postal y no paran de besuquearte? La crisis tendrá que estallar un día u otro, es inevitable. Y ese estallido, violento y doloroso, traerá la posibilidad de conciliar la personalidad revoltosa de Óscar con el amor materno, que encontrará formas de expresión menos invasivas. La fiel adaptación al cómic que hace
Mathieu Sapin del relato ilustrado del maestro Tomi Ungerer (publicado
originalmente en 1973) nos lleva a un mundo de gatos humanizados en sus
formas —viven en casas como las nuestras, visten como nosotros, van en coche,
trabajan en fábricas, comen en el restaurante…— y en sus relaciones
personales y familiares. El espíritu irreverente y provocador de Ungerer no
ha perdido un ápice de su agudeza, es más, parece haberse afilado con el tiempo,
y representa una bocanada de aire fresco en un momento como el de hoy, de
niños-reyes de la casa y de padres solícitos que aspiran a ejercer una
hiperprotección (que también es una forma de control) sobre ellos. La
historia de Óscar permite, al contrario, que las lectoras y los lectores
vivan el conflicto con toda la intensidad posible y lo resuelvan, si acaso se
quiere ver el libro desde el punto de vista pedagógico. Aunque sencillamente
se trata de una obra maestra de la literatura infantil y juvenil, ahora en
cómic. |
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